¿La IA Generativa infringe los derechos de autor de los artistas?

Abstract

Imaginemos que surge una idea clara y precisa para una imagen que deseamos crear. Nos acercamos a las fronteras de la tecnología con herramientas como DALL- E 3, una de las innovaciones más destacadas en inteligencia artificial generativa que ha capturado múltiples miradas. Estas herramientas tienen la asombrosa capacidad de transformar conceptos en imágenes en cuestión de segundos. Introducimos una descripción detallada y, casi mágicamente, se genera una imagen que representa visualmente tu idea.

Sin embargo, aquí es donde las cosas se ponen interesantes. ¿Podemos decir realmente que la imagen creada es nuestra? Desde la introducción de DALL-E 2 en abril de 2022, el debate sobre la inteligencia artificial generativa se ha intensificado. Los artistas y diseñadores han expresado su preocupación ante la apropiación de sus obras por parte de corporaciones tecnológicas sin su consentimiento explícito. Dichas empresas han utilizado trabajos publicados para entrenar sus modelos generativos a gran escala, lo que plantea un dilema ético significativo, dado que los resultados de estos modelos generativos entran en competencia directa con los creadores originales en el mercado.

El tema va más allá de si la inteligencia artificial es capaz de producir arte o ser creativa. Actualmente, nos enfrentamos a desafíos legales y éticos más complejos, como la determinación de si el uso de herramientas de IA generativa constituye una forma de plagio. ¿Están las empresas tecnológicas proporcionando a los usuarios obras que en realidad pertenecen a otros artistas? Es un tema complicado que nos lleva a reflexionar sobre qué es la IA generativa y cómo su uso debe ser ético y legalmente correcto en el mundo del arte.